María Aurora Uviñas
1932. Sus padres fueron el Sr. Joaquín Eloy Uviñas, comerciante,
y la Sra, Anselma de la Cruz, ama de casa. Era aún muy pequeña
cuando sus padres se trasladaron a vivir al municipio de Sánchez,
Prov. Samaná, donde creció y se desarrolló bajo el cuidado hogareño de sus padres. Realizó su educación primaria con la insigne maestra Carmela Sheppard.
Cabe señalar que Sánchez, en esa ocasión, estaba convertida en el principal centro económico de la región Nordeste, por ser el punto de destino del ferrocarril que unía las comunidades de Arenoso, Villa Riva, Hostos, Pimentel, Las Guáranas, San Francisco de Macorís y La Vega. Por esta vía se realizaban todas las actividades comerciales y el transporte de la población.
A los dieciséis años contrajo matrimonio con el joven Rubén
Suriel, con quien tuvo dos hijos: Ricardo Francisco y Ruth Aurora. Esta unión solo duró tres años. Con sus dos hijos pequeños y a pesar de haber cursado hasta el octavo grado, se inició como
maestra del sector público, en la escuela rural de la comunidad
Los Chicharrones, del municipio de Sánchez, nombrada por la
Secretaria de Estado de Educación, aunque únicamente duró cuatro años, debido a que renunció para trasladarse a Nagua con
su pequeña familia y bajo la protección de su hermano Pablito Uviñas, quien residía y se había establecido como comerciante en la pujante ciudad, llamada para ese tiempo Boca de Nagua.
Una vez establecida en su nuevo domicilio procedió a hacer efectivo el divorcio de su primer esposo. Reinicia sus relaciones en el ámbito magisterial y, llevada por su vocación y condición innata
de maestra, se mantiene por espacio de seis meses cubriendo licencias a profesores en diferentes escuelas. Por recomendación del inspector de educación de Sánchez, la Prof. María Aurora, fue
nombrada nuevamente como maestra de la escuela pública rural
de Caño Abajo, de la sección de Rincón Molinillo, permaneciendo por espacio de ocho años.
En lo adelante renunció a su labor docente y contrajo matrimonio por segunda vez, con el Sr. Arístides Alberto Martínez, nativo de Nagua. De esta unión conyugal nació un hijo, Arístides Alberto, quien reside en los Estados Unidos, ejerciendo la carrera
de Medicina, en el estado de New York. Posteriormente, vuelve
a su trabajo como maestra en un colegio evangélico ubicado a
lado de la fábrica de hielo de Manino Luna, próximo al parque
central, laborando por espacio de tres años.
Cuando dicho colegio pasó a manos del Prof. Noé Brito Bruno, quedaron excluidos los maestros no titulados, entre los que se encontraba María Aurora, la cual, al quedar cesante, se fue a su casa y abrió una escuelita particular, la que tuvo amplio apoyo de la población nagüera y muy rápido se vio obligada a alquilar otra casa para ampliar su pequeño centro escolar privado.
Más tarde, su esposo compró una casa construida de madera y block, ubicada en la calle Francisco Yapor, permitiendo así contar con un espacio más amplio para las aulas. En 1965 la escuelita de doña Aurora, debido a su crecimiento y buen desempeño en el área educativa, obtiene la autorización y el reconocimiento pertinente, aceptándola como Colegio San Gregorio, admitido por la Secretaría de Estado de Educación.
En el 2000 le fue otorgado su código de inscripción y reconocido hasta el cuarto grado de la educación primaria. Remodelado su local, a la fecha, dispone de suficientes y amplias aulas con varios maestros de todos los sectores sociales.
La Prof. María Aurora sigue residiendo en su casa de la calle
Laíto Fernández No 11. Como maestra disfruta la satisfacción de haber visto pasar por sus manos a varias generaciones de jóvenes, hoy profesionales y servidores en las diferentes áreas de la sociedad nagüera.
Tomado del libro "Forjadores del Desarrollo de Nagua" del Prof. Ynocencio Mercedes Eduardo.
¡Comparte en tus redes sociales!
Excelente
ResponderBorrar